a b c B u r k i n a

Resolución final del Encuentro mundial de la finale de la FIMARC

Cotonou, Noviembre 2002

Nosotros, delegados de la FIMARC provenientes de 40 países de cuatro continentes, nos hemos reunido en el Centro San Jean Eudes de Cotonou (Benin) del 9 al 26 de noviembre de 2002 para reflexionar sobre las consecuencias de la globalización y sobre la urgente necesidad de construir una era nueva.

Después de tres días de visitas sobre el terreno a diferentes zonas rurales del país, acompañados por militantes de los grupos del Movimiento de Cristianos Rurales de Benin, y habiendo seguido los pasos de nuestros antepasados del Africa Occidental en su camino hacia la esclavitud, nos hemos reunido en el Centro San Jean Eudes con dos objetivos : en primer lugar, realizar un análisis de las realidades y de las dificultades que viven los rurales hoy en día ; en segundo lugar, intentar encontrar una solución a estos problemas encomendándonos a nuestra fe en Jesucristo y en sus enseñanzas y guiados por la Doctrina social de la Iglesia. Los trabajos preparatorios de los diferentes movimientos nacionales y las contribuciones de una serie de expertos invitados a nuestro encuentro nos han ayudado en este proceso de reflexión..

Nuestra análisis

No negamos los aspectos positivos de la globalización, sobre todo en lo que se refiere a las nuevas tecnologías de la comunicación, que permiten hacer del mundo una aldea global y acercan a los diferentes pueblos que en él viven. Sin embargo, aún reconociendo este acercamiento, los delegados son unánimes a la hora de hacer entender su voz para denunciar la alarmante situación provocada por el sistema económico neoliberal, servidumbre de los tiempos modernos.

No podemos aceptar, y por ello lo denunciamos con todas nuestras fuerzas, esta nueva forma de esclavitud, en la cual el 17 % de la población mundial controla el 80% de las riquezas mientras el 83% restante debe contentarse con el 20% de los recursos.

"Cuando el capitalismo se basa en esta concepción errónea y se otorga un derecho ilimitado sobre la propiedad, sin ninguna subordinación al bien común, la Iglesia lo reprueba por ser contrario al Derecho Natural." Pío XII, mensaje radiofónico del 1 de septiembre de 1944.

Los organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional o la Banca Mundial, que son herramientas que, en principio, deberían servir para alcanzar un desarrollo justo y trabajar al servicio de los gobiernos, trabajan de hecho en beneficio de los más ricos, dejando al margen a la mayoría de la población mundial y creando aún más pobreza y aislamiento a través de sus planes de ajuste estructural.

Nos oponemos a esta teoría de la liberalización que pretende que los mercados estén totalmente liberalizados, ya que :

A través de los medios de comunicación y de la publicidad, el mercado crea el consumidor que más le conviene. Las poderosas fuerzas del mercado han invadido los mercados locales, provocando la destrucción de la identidad rural, de su cultura, de su modo de vida y de la serenidad de las zonas rurales, causando aún más pobreza y aislamiento.

El mercado es libre para las mercancías, pero no para los consumidores.

El mercado es libre, sin barreras, excepto para unos pocos países ricos que imponen barreras para proteger sus productos.

Este gran mercado libre que nos imponen tiene como consecuencias :

La concentración de la riqueza en manos de algunas personas, que han conseguido llegar a controlar a los propios gobiernos, especialmente aquellos de los países pobres. Esta situación provoca una dependencia cada vez mayor de los países pobres respecto a las fuerzas multinacionales, situación agravada por la especulación financiera utilizada por los dueños del capital.

Esto hace que estos gobiernos se vean privados de su poder de decisión y se encuentren ellos mismos sometidos al poder de las instituciones multinacionales. Día tras día, la fuerza democrática de los gobiernos se debilita.

Los programas de ajuste estructural tienen unos efectos extremadamente negativos para la mayoría de los países, ya que, en general, provocan la privatización de los servicios públicos. Los gobiernos se ven obligados a vender al sector privado los servicios públicos básicos tales como la alimentación, la vivienda, el agua, la educación y la salud. Con frecuencia, estas empresas son compradas por potencias extranjeras, lo cual aumenta la dependencia de esos países.

Los avances de la ciencia no llegan a los rurales. Los progresos en las nuevas tecnologías no les son útiles para defender sus intereses; sirvan como ejemplo los conocimientos técnicos en el sector de la fitoterapia. Estos conocimientos han sido utilizados para saquear las riquezas de los países pobres y los saberes de los rurales, que se han desarrollado a lo largo de los siglos y que se han ido transmitiendo de generación en generación. Jamás aceptaremos las biotecnologías y las patentes que atentan contra la vida de los seres humanos y de los demás seres vivos, ya que estos principios son completamente contrarios a nuestra concepción de la creación.

Los tecnócratas, que no saben nada de las necesidades sociales, políticas o religiosas de los pueblos, determinan las políticas nacionales e internacionales. La autodeterminación de los pueblos se ha convertido en un concepto sin contenido alguno; ya nunca se pide la opinión de nadie, ya sea en el desarrollo de las infraestructuras (por ejemplo, en la construcción de una carretera), en el sector de la comunicación, en la gestión de los recursos naturales, etc.

El mundo se ha convertido en un lugar de dumping para los bienes de consumo, lo cual destruye los sistemas tradicionales de cultivo, de producción y de transformación de las poblaciones rurales. Este fenómeno provoca un importante nivel de desempleo en las zonas rurales y un aumento constante de la emigración de las poblaciones rurales hacia las ciudades, en las cuales estas poblaciones deben afrontar una deshumanización cada vez más intensa. Esto provoca también el desarrollo de los fundamentalismos religiosos y de los conflictos armados.

Nuestra visión de una nueva era

No es bueno que exista un modelo único de desarrollo y una ideología dominante; la democracia está en serio peligro. Por esta razón, nosotros, los miembros de los movimientos, consideramos que tenemos un papel que jugar para oponernos a este sistema. Estamos firmemente decididos a romper con este sistema de muerte y nos pronunciamos en favor del advenimiento de una era nueva y de un nuevo modo de vida. Somos conscientes de las dificultades que entraña alcanzar este ideal ; por ello, al mismo tiempo que nos oponemos firmemente a este sistema, seguimos proponiendo alternativas y nuevos modos de vida.

Para crear esta era nueva estamos dispuestos a realizar sacrificios y también a perder para poder ganar algo. Debemos abandonar nuestros falsos ideales, tales como los sistemas jerárquicos y patriarcales, que crean divisiones malsanas y desequilibrios en la sociedad, así como los elementos culturales que impiden el desarrollo.

Para nosotros, una nueva era es un modo de vida en el que cada ser humano pueda desarrollar al máximo todas sus potencialidades y en el que se de la oportunidad a todos los seres vivos y no vivos (la tierra, el agua, el aire,…) para que se desarrollen y existan. Se trata de un espacio de vida en el que los seres humanos puedan definir su desarrollo en su propio contexto social, cultural, político y religioso.

Esto significa que no hay una única definición del desarrollo y que éste nunca debe ser impuesto desde fuera ; antes bien, debe surgir de cada persona y de cada comunidad. Todos debemos unirnos en una solidaridad global para construir esta era nueva. Ello supone que todas las instituciones, tanto nacionales como internacionales, deben estar al servicio de los pueblos para permitirles desarrollar al máximo este proceso de desarrollo.

Nuestro concepto de una era nueva es totalmente coherente con las enseñanzas de la Iglesia. Así, vemos que en sus textos se nos dice :

« La solidaridad universal requiere como condición indispensable su autonomía y libre disponibilidad, incluso dentro acciones como las indicas. Pero, al mismo tiempo, requiere disponibilidad para aceptar los sacrificios necesarios por el bien de la comunidad mundial. ». Solicitudo Rei Socialis n°45

Nuestra acción

Llenos de orgullo y satisfacción queremos presentar algunas experiencias exitosas elaboradas y llevadas a la práctica por los movimientos rurales :

Agricultura biológica. Hoy en día, miles y miles de rurales están motivados para practicar, con gran éxito, la agricultura ecológica. La agricultura ecológica es un concepto que abarca distintos aspectos, como son la protección del Medio Ambiente, la producción de alimentos de calidad, la preservación de las semillas tradicionales, la conservación de la biodiversidad, la protección de las aguas, del aire…

Microempresas. Los miembros de nuestros movimientos rurales han adoptado iniciativas en el medio rural para la transformación de la producción, de los alimentos y de otras necesidades básicas. Las cooperativas de producción de queso en Italia, en Suiza y en Francia o las pequeñas unidades de preservación y de transformación de productos alimenticios en India, Corea, etc. son pruebas fehacientes de este éxito.

Unidades de microcrédito. Los rurales de numerosos países, frustrados por el monopolio de los bancos comerciales, se han unido y han desarrollado unidades de microcrédito que ellos mismos gestionan. Numerosos movimientos de países africanos como Burkina Faso o Benin y de países asiáticos como Malasia, Indonesia o India pueden dar testimonio del éxito de estos proyectos.

Intercambios directos entre productores y consumidores. Gracias a los movimientos rurales de países como Corea o Suiza, de países latinoamericanos como Chile, Argentina, Perú o Méjico y de otros países europeos como Francia o Alemania, se han podido crear cooperativas de venta directa de productor a consumidor

La producción de pesticidas naturales. Después de haber sufrido los efectos negativos del uso de pesticidas químicos, los agricultores de países como Malasia, Corea o Sri Lanka han desarrollado con éxito pesticidas orgánicos y técnicas de control de las enfermedades que afectan a los cultivos.

Las asociaciones de agricultores en Estados Unidos, las cooperativas de producción y de venta de Portugal, las cooperativas agrícolas nacidas en Italia y los mercados directos entre el Norte y el Sur que han visto la luz en Alemania, Bélgica y Francia son ejemplos de estas iniciativas de comercio justo desarrolladas por nuestros movimientos rurales.

Plan de acción

Nos comprometemos a implicarnos en la vida social para facilitar la creación de esta era nueva. Nuestro método de « Ver, Juzgar, Actuar » nos conducirá al buen gobierno en el desarrollo nuestras actividades. Y es con este espíritu que hemos decidido adoptar el siguiente plan de acción :

Para nosotros los rurales, que tenemos difícil acceso a la información y a la formación, es una necesidad seguir formándonos e informándonos sobre los efectos de la globalización, de modo que podamos emprender acciones significativas.

Crear alianzas con otros movimientos y organizaciones de la sociedad civil que comparten nuestros objetivos, sin dejar por ello de reafirmar nuestra identidad de movimiento católico rural. En este sentido, los medios de comunicación son instrumentos que podemos utilizar y con los cuales también tenemos que establecer alianzas.

Desarrollar acciones de lobby que den posibilidades reales a las poblaciones rurales de hacer oir su voz en los organismos nacionales e internacionales como, por ejemplo, la ONU.

Elaborar nuevos modelos de desarrollo al mismo tiempo que reforzamos los ya existentes.

Adoptar todas las medidas necesarias para reunir y preservar las semillas tradicionales. Nosotros, como agricultores que somos, deberíamos disfrutar de la autonomía necesaria para adoptar todas las decisiones que afectan a la producción, transformación y distribución de los alimentos y otros productos agrícolas.

Apoyar initiativas como la tasa Tobbin o cualquier otra acción que sirva para luchar contra la especulación financiera y que permitan tasar los flujos financieros.

A través de este plan de acción, reafirmamos nuestra voluntad de reforzar el concepto de soberanía alimentaria. Solamente podremos satisfacer nuestras necesidades básicas (acceso a los alimentos, derecho a una vivienda digna, a la salud, a un Medio Ambiente sano, …) si conseguimos alcanzar esta meta que es la soberanía alimentaria.

Para realizar este objetivo, hacemos un llamamiento a las instituciones nacionales e internacionales para que acudan en ayuda de los sectores más desfavorecidos de la sociedad y adopten las medidas necesarias para facilitar su desarrollo integral. La producción de alimentos básicos de cada país debe ser protegida y mantenida al margen de las ambiciosas negociaciones de la Organización Mundial de Comercio. Al mismo tiempo, debería adoptarse une nueva reglamentación que regule todos los aspectos de esta cuestión.

Pedimos a nuestros gobiernos que adopten todas las medidas necesarias para llevar a cabo verdaderas reformas agrarias, para que se restituya a los pueblos indígenas las tierras de sus antepasados y para que se les compense justamente por todas las privaciones que han sufrido.

En tanto que laicos, estamos llamados a crear una era nueva, una era en la que se respete la armonía entre Dios y los hombres, entre los hombres y las mujeres y entre los seres humanos y la naturaleza. Estamos llamados a trabajar para crear una cultura de paz, ya que esa es la razón por la que nos consideramos «hijos de Dios.

Nosotros, delegados de 40 países de 4 continentes, reafirmamos que nuestras diferencias y nuestras diversas culturas son una fuente de enriquecimiento mutuo y, también, fuente de enriquecimiento para toda la Humanidad.

Tenemos la oportunidad de construir una era nueva, y para que esta llegue estamos a trabajar duramente. Nuestros movimientos de acción católica no trabajan sólo en beneficio propio, sino en beneficio de toda la Humanidad. Por ello, hacemos un llamamiento a los responsables de nuestra Iglesia para que nos den todo el apoyo necesario para cumplir con esta misión.

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