La extraordinaria fuerza de la demanda de algodón por parte de
China, está siendo la dicha de los productores oeste-africanos.
Para exportar las 210.000 toneladas de algodón fibra de la nueva
cosecha del Burquina Faso, una cifra excelente, los dirigentes de la
Sofitex, la sociedad cotonera nacional, han decidido pasar por
cuatro puertos. Abidjan, el puerto de Costa de Marfil, al que
habían renunciado por fuerza mayor desde hace catorce meses, debido
a los enfrentamientos existentes en Costa de Marfil. Pero también,
Cotonú en Benín, Lomé en Togo y Thema en Gana. Cuatro puertos son
muchos puertos, pero necesarios debido a la acuciente demanda.
« En octubre, tradicionalmente, se reciben pedidos para
15.000 toneladas de fibra » dice Celestin Tiendrebeogo, el
director de la Sofitex. « En este mes de octubre 2003,
hemos recibido pedidos para 40.000 toneladas ». Para
evitar los atascos de camiones a la entrada de los puertos, para
poder cargar los barcos a su debido tiempo, que tomarán rumbo hacia
China, cuatro puertos, no están de más.
Por supuesto, en África del Oeste, los productores y los
exportadores se frotan las manos. La mercancía sale pronto y se
vende a un buen precio, alrededor de un euro y medio por kilo. Sin
embargo, los responsables son cautos. « Esta
subida es puramente conyuntural »
afirman. Esta nueva
configuración del mercado, no es una razón suficiente para
abandonar el combate contra las subvenciones que dan los Americanos
y los Europeos a sus productores. El combate ha sido entablado de
manera frontal, en el mes de septiembre pasado, durante la
conferencia de la OMC en Cancún. « Sin
estas subvenciones, dice
un negociador africano oeste-africano,
aprovecharíamos todavía mucho más de la subida actual del precio
del algodón ».
Pero la partida está lejos de ser ganada. « El
clima actual no es muy favorable. Los Americanos ejercen presiones
brutales sobre los Africanos » afirma
un interlocutor cercano de la OMC.
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