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1. Un día, la liebre se fué a ver a la hiena :
"Vamos a buscar termitas para nuestras jóvenes pintadas (gallinas de Guinea)."

2. Mientras iban a buscar termitas,
Encontraron un agujero de boca estrecha..
La liebre dice : “Hiena, ven a ver este pequeño agujero,
En caso de peligro, hiena, tú entrarás en él con facilidad.”.

3. La hiena responde : “Compadre liebre, con tus grandes ojos,
con tus largas orejas, si no las pones en otra parte,
qué peligro me puede amenazar, yo, la hiena, con tus palabras insolentes..

4. La liebre dice : “Hiena, vayamos en busca de las termitas.
No me gustan las largas discusiones.”.

5. Mientras hablaban, la liebre entró en el bosque,
y, en su espesura, encontró un cachorro de león.

6. La liebre, en su astucia, vuelve de nuevo a la hiena para decirle :
“Conmadre hiena, como tu no entras en el bosque,
dame tu cesto. Siéntate debajo de ese árbol.
Yo buscaré las termitas para tí.”

7. Entonces, coge su cesto, el cesto de la hiena,
y se fué a golpear al cachorro hasta matarlo, lo pone en le cesto de la hiena, y lo esconde bajo las termitas.
Trae el cesto a la hiena, diciéndole : “Volvamos a casa”.

8. Mientras regreseban, llegaron al agujero de boca estrecha.
El león llega a toda prisa, furioso.

9. El león dice : “Compadre liebre, no veo más a mi pequeño,
y es por éso que estoy en vuestra búsqueda.

10. La liebre dice : Gran tío, si yo tuviese algo bueno en casa,
lo traería a tu pequeño que está en el bosque, en vez de llevármelo a casa."

11. Vuelca su cesto de termitas : “Ya está, yo no tengo nada en mi cesto.”

12. “Pregunte también a la hiena, ¡quién sabe !”

13. La hiena vuelca su cesto y el cachorro se encontraba dentro, muerto.

14. Cuando el león se abalanzó sobre la hiena para cojerla,
la hiena se metió en el agujero de boca estrena con facilidad.

15. El león gritó : “Animales de la selva, ,venid todos a la grande llanura”.

16. Cuando todos los animales fueron reunidos la astuta liebre
se dirige al león, diciendo : “Gran tío, dejemos al Calao cavar el agujero.
Su pico es una azada”.

17. La astuta liebre dice a los animales de la selva :
“Dejadme despejar la tierra para ver la dirección del agujero
y saldré a enseñárosla”.

18. Mientras despejaba la tierra, la liebre entregó un cuchillo bien afilado a la hiena :
“Hiena, toma este cuchillo. Cuando el Calao venga a cavar, le cortas el pico”..

19. Cuando el Calao empezó a cavar, la hiena le cortó el pico
y el Calao cayó de bruces hacia atrás, desvanecido.

20. La astuta libre dice a los animales de la selva :
“Este agujero es de mal agüero :
Mirad cómo le ha cortado el pico a mi hermano mayor Calao.
Ahora, llamemos al jabalí para cavar.
Sus colmillos son verdaderos picos.”

21. La liebre, en su astucia, se levanta de nuevo
et dit aux animaux de la brousse : y dice a los animales de la selva : “Dejadme despejar la tierra
para ver la dirección del agujero y saldré a enseñárosla”.

22. Mientras despejaba la tierra, la liebre entregó sal a la hiena :
“Hiena, toma esta sal. Cuando el jabalí venga para cavar,
le soplas, la sal mascada, en los ojos”.

23. En cuanto el jabalí se puso a cavar, /
la hiena le sopla la sal mascada en los ojos.
El jabalí se puso entonces a gruñir.

24. El jabalí dice : “Compadre liebre, sopla en mis ojos”.

25. La liebre dice : “Jabalí, mis mejillas no son lo suficientemente voluminosas.
Pide más bien al Gran tío de hacerlo. Es mejor.”

26. En cuanto el león le sopla, recibe un pedazo de sal en su boca.
Y el león murmura de placer.

27. El león dice : “Jabali, tus lágrimas son azucaradas.”

28. El león dice : “Verdaderamente, tus lágrimas son muy dulces.”

29. La astuta liebre dice : “Gran tío,
sus lágrimas son buenas, pero no tanto. Sin embargo, la grasa de su entrepierna,
si tú lo probases, pasarías todo tu tiempo en medio de los jabalíes.”

30. El león dice entonces : “Jabalí, la grasa de tu entrepierna,
me tienes que dar un poco.”

31. El jabalí lanzó un grito de pavor, y se escapó.
Los animales se pusieron a perseguirlo.
Los animales de la selva se lanzaron en su persecución.

32. La astuta liebre, cojeando,
fué a decir a la hiena : “Aquí estoy, hiena,
como los animales de la selva se han marchado, salgamos y volvamos a casa.”

33. Desde ese día, la hiena no quiere discutir más.
La hiena no ama la discusion.

(Cuento cantado en Toma por Dala François Daouda. Transcrito por André Ki. )

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