La liebre quería saber quién era el más fuerte de los dos grandes animales : el elefante y el hipopótamo. Compra una gruesa cuerda. Un cabo de la cuerda la ata a un árbol y se va, con el otro cabo, titubeando mientras la arrastraba por tierra, a donde el elefante. Le dice : « Amigo, me han dado un buey que no puedo tirarlo. Si quieres y, si puedes tirarlo, lo guardas para tí ». Coge el cabo de la cuerda y lo da al elefante diciéndole : « Espera un poco, mientra voy a ver, si se encuentra al otro lado de la cuerda ».
Desata la cuerda del árbol y va corriendo a donde el hipopótamo y le dice lo mismo. Le da el cabo de la cuerda y le dice que espabile. Vuelve a toda prisa a donde el elefante para decirle que el buey está allá, diciéndole que espabile, y se va.
He aquí que los dos hermanos empiezan a tirar la cuerda, tiran la cuerda, tiran la cuerda pero sin resultado. Cansado de tirar, dos los tienen una misma idea : es de ir a ver el buey en cuestión. Cada uno ata la cuerda a un árbol y se van, cada uno por su lado, siguiendo la cuerda, a ver el otro cabo. La sorpresa fué enorme, viéndose, a mitad de camino, uno frente al otro, se dicen lo ocurrido y constatan que es lo mismo. Es entonces cuando se dan cuenta de que la liebre se ha reído de éllos. Deciden castigarla. El elefante dice : « Desde hoy en adelante, no comerá más hierba aquí » El hipopótamo le prohibe beber agua en su charco.
Ahora bien, la liebre estaba escondida entre los matorrales y, oyó todo lo que decían. Entra a casa y se pone a pensar en el problema que ha provocado, buscando una solución. No tarde en encontralo. Mata una cabra, seca su piel cuidadosamente y, una vez bien seca, se la echa encima y se dirige hacia la selva, andando con dificultad.
Viendo al elefante, le saluda con una voz de enfermo.
El elefante le pregunta : « ¿Qué clase de enfermedad has cogido para que estés así, amiga cabra ? »
« Es la liebre quien la ha provocado »
« Es la liebre que ha hecho que estés asi ? ¿Pero con qué ? »
« Es con su mal dedo »
« ¿Tiene un mal dedo ? »
« Sí señor, tiene un mal dedo »
« Y, ¿cómo lo ha hecho ? »
« Basta con que te señale con su dedo índice para que te vuelvas como yo. Es mi tercer día, hoy »
«« ¿ Si te señala con su índice, después de tres días, te vuelves de esta manera ? »
« No, es al instante que te vuelves así »
Elefante le dice : « Vete a decirle que puede venir a comer toda la hierba que quiera, que la guerra ha terminado ».
Nuestra liebre se va en busca del hipopótamo y ocurre como con el elefante. El hipopótamo, con el miedo en las tripas, la envía a donde la liebre para que le diga que la guerra ha terminado, que puede venir a beber toda el agua que quiera, y si lo desea, que puede, también, venir a bañarse.
La liebre se quita la piel de cabra de encima y vuelve de nuevo. Viendo al elefante, hace como si tuviera miedo, pero éste le dice de que no tenga miedo, que todo ha terminado. Se va a ver al hipopótamo y ocurre lo mismo.
Nuestra amiga liebre ha recobrado la paz porque es la más astuta.